Pequeños

sábado, 4 de junio de 2011

I'm sorry, I can't be perfect.

A menudo nos resulta difícil darnos cuenta de nuestra realidad que no queremos ver, por miedo, por ese miedo a equivocarnos, a que las cosas no nos salgan como deseamos, pero, si os fijáis, todos estamos influenciados por unas expectativas que nos imponen desde que somos pequeños. Me gustaría hacer todo a la perfección, y a veces me olvido de lo que es realmente importante. Pero soy humana y todos en algún momento erramos y nos equivocamos, de eso se trata la vida, de equivocarse y aprender de ello, tratar de levantarnos como podamos, porque si se cierra una puerta,  siempre se abre una ventana. Nadie es perfecto ni debe tratar de serlo, solo tratar de mejorar. El día que seamos perfectos ya no estaremos aquí. Nací y crecí de acuerdo al plan de alguien. A veces pienso que estoy perdiendo el tiempo, que no hago las cosas bien, como me gustaría. Y cuando parece que voy a lograrlo, no acierto a realizarlo como debería de ser. Me parece que nunca voy a ser lo suficientemente buena. Solo quiero sentir que puedo hacerlo bien, que puedo hacer que los que me  rodean y me quieren estén bien conmigo, que yo le aporto algo importante, pero a menudo siento que los decepciono, que mi forma de ser  los confunde, y que no soy capaz de ser quienes los demás quieren que sea. Nuestra familia, pero sobre todo nuestros padres quieren que seamos los mas guapos, los mas listos, que estudiemos mucho, que seamos alguien en la vida, ellos nos fijan unas metas sin saber si realmente es lo que queremos nosotros, o lo que podemos conseguir, aún siendo a nosotros a quien les han fijado esas metas. Para ellos todo es perfecto cuando no fallas en nada, y vas cumpliendo todo lo que ellos quieren, sin embargo el problema viene cuando no cumples esas expectativas, cuando no puedes cruzar la meta, cuando por mas que luchas no consigues los objetivos, que aunque los odies no puedes hacer otra cosa que luchar por ellos como si te fuera la vida en ellos, en ese momento ellos se dan cuenta y sienten una gran decepción, y así nos lo hacen saber, pero ponte a pensar, solo se dan cuenta de eso, no se dan cuenta de que quienes lo pasamos peor somos nosotros, quienes sufrimos por no poder cumplir los objetivos que nos imponen, tenemos que cargar con la decepción de quienes apostaron por nosotros aun sin pedírselo, no entienden que no somos perfectos y que no nos pueden pedir la luna y que nos dejemos la piel hasta conseguirla, no pueden llegar a comprender que somos humanos y que cometemos fallos y que lo importante no es el final sino el camino que se ha seguido, porque es en el camino donde verdaderamente aprendemos y es donde nos hacemos adultos, en ese camino es donde de verdad se ve el esfuerzo y donde de verdad se ve como somos, incluso es el camino quien nos define. Deberían de dejar de esperar la perfección, porque esta nunca llega, deberían alabar la entrega y la dedicación que ponemos. 
No puedo ser perfecta por mucho que lo he intentado, aun así adoro cada uno de mis defectos porque me hacen ser como soy y me ayudan a mejorar.
Obsesionarse con la perfección, es como querer correr en el mar o nadar en el desierto
. 

2 comentarios:

  1. Me gusta mucho tu blog y esta entrada me encanta.
    Vaya veo que tu tb eres fan de simple plan, ya somos dos ;)
    TE SIGO! http://cambiobesosporfelicidad.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias cielo, me alegro de que te guste :)
    sí, me encanta simple plan!*-* son geniales, mas que eso!
    GRACIAS! :D

    ResponderEliminar