Tumbados en la hierba, ella se incorpora y arranca una margarita.
-¿Porqué arrancas esa pobre margarita?
+Quiero saber lo que me dice.
-Que yo sepa las margaritas no hablan.
+No seas tonto,  quiero saber si realmente me quieres.
-Sabes de sobra que si, boba.
Ella comienza ha arrancar los delicados pétalos uno a uno.
+Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere...
-¿Enserio vas ha hacer caso de lo que te diga una flor?
+Sí.
Él le quita la margarita y comienza ha arrancar los pocos pétalos que quedan.
-Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero y te quiero. ¿Ves? te quiero.